«El día que no paró de llover,» una novela de Antolina Ortiz, tan realista como conmovedora.
Ciudad de México, 1951. Una lluvia interminable inunda calles y plazas, detiene tranvías y sumerge a la ciudad en un estado de suspensión. Bajo ese diluvio, una vecindad del Centro Histórico se convierte en el epicentro de las múltiples vidas que Antolina Ortiz Moore retrata en El día que no paró de llover (Tusquets, 2025), una novela tan conmovedora como realista.
Mientras el agua lo cubre todo, se despliegan historias de deseo, miedo, violencia y esperanza. Las voces de los vecinos —como en una radionovela interrumpida por canciones de bolero— se entrelazan para formar un mosaico íntimo y colectivo, una reconstrucción histórica cargada de sensaciones que apelan a todos los sentidos, de fondo el ruido que el gobierno y la prensa quiere convertir en silencio: las mujeres muertas que empiezan a aparecer.

Sobre la autora
Antolina Ortiz Moore nació en la Ciudad de México en 1971. Estudió Humanidades en el Liceo Franco-Mexicano y en la Universidad Iberoamericana, donde impartió clases por varios años. Vivió en la ciudad de Coatepec, Veracruz donde fundó los proyectos Morfo y Centro Liquidámbar A.C., que promueven la educación libre, la conciencia ecológica, así como la equidad de género y cultural sin barreras.
Fue finalista de los prestigiosos premios literarios Premio Nadal en España (2009) y el Rómulo Gallegos (2020). Entre los reconocimientos que ha recibido, destacan el premio José Eufemio Lora y Lora & Juan Carlos Onetti en Perú por sus novelas Otumba y Tres silencios (2009); el primer Premio de Novela Corta
Escritoras Mexicanas por Seda Araña (2019); el Premio de la Fundación Juan March Cencillo por Las torres de arena (2023), y el Premio Iberoamericano de Novela Ventosa-Arrufat y Fundación Elena Poniatowska por Azul humo (2024).